Leyendas del Aire. Hace 100 años...

Por Real Orden dada en Madrid el 10 de diciembre de 1925, le fue concedido el título de Observador Honorario de Aviación al teniente general D. José Sanjurjo Sacanell, con derecho al uso permanente del emblema de Aeronáutica con el distintivo de la especialidad. En la fotografía, tomada el 10 de agosto de 1932, vemos al laureado Marqués del Riff, ex Alto Comisario de España en Marruecos, acompañado de su hijo Justo, caminando por una calle sevillana; su intento de golpe de Estado (la “sanjurjada”) aún no había fracasado. Tras diversas peripecias, el jefe indiscutido para encabezar el alzamiento que daría inicio a la Guerra Civil, perdió la vida el 20 de julio de 1936, cuando al trasladarse a España en la avioneta “Puss Moth” que pilotaba Juan Antonio Ansaldo –que resultó herido– se estrelló contra una cerca de piedra al despegar del campo lusitano de Cascaes. En el Museo del Ejército se conserva un fragmento de aluminio de la avioneta en la que murió el General José Sanjurjo Sacanell en 1936.

Su hijo, Justo Sanjurjo Jiménez  Peña, capitán de Infantería aviador, había actuado durante la guerra de Marruecos en el Grupo “Bristol” de Melilla, artífice del llamado “vuelo a la española”; supernumerario en 1932, se hizo agente de Cambio y Bolsa. En agosto de 1936, reincorporado al Ejército, junto a su esposa, desde Cantabria pretendía alcanzar Burgos, cuando un grupo de irascibles milicianos detuvo su automóvil, abordándolo para dirigirse a Reinosa. Ante tan delicada situación, Justo se arrojó del auto frente al Balneario de Corconte, resultando herido en la cabeza. Tras una primera cura por el médico del establecimiento, desoyendo su deseo de que lo llevaran al Hospital de Valdecilla, sus captores lo hicieron al de Reinosa, quedando su mujer detenida en un hotel de la localidad. El 6 de agosto, convaleciente aún, sería cobardemente asesinado en el hospital.